Localizado en el corazón de la Colonia Roma he descubierto una gema, el Brick. Un hotel boutique erigido sobre lo que alguna vez fue una casona de la calle Orizaba. Hoy en día, caracterizado por un estilo sobrio, moderno y elegante ofrece servicio de hotel, spa, restaurante y bar.
El lugar es sumamente agradable, entre madera, negros, blancos y la buena ambientación lograda por su amable servicio y su buena selección de música, el Brick se convierte en ese rinconcito cosmopolita, chic, orgánico y amigable que no había encontrado aún en esta ciudad. Tal vez sea la zona, que a diferencia de Polanco o la Condesa, es más tranquila y menos pretenciosa. Definitivamente el Brick logra dar ese feeling de exclusividad y confort simultáneos.
Específicamente debo mencionar los maravillosos desayunos de Brasserie La Moderna. El café es delicioso, el pan muy rico y los platillos excelentes. En lo personal cheers para el omelette de queso con hongos, si acaso sólo hago un par de observaciones; descuidada selección de thés y falta de sombrillas para proteger a los comensales de las inclemencias del sol por las mañanas.
Así que mis queridas espositas, no duden en probar este lugar, a mí me hace sentir en Soho NY o en alguna parte de Santa Mónica CA cuando voy. Es el tipo de lugar dónde sienta la ropa cómoda, unos lentes de sol y la buena conversación.
hotelbrick.com/
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