Los amigos, he estado pensado en ellos últimamente… No sé, tal vez me equivoque pero con el pasar de los años me he dado cuenta de que en la mayoría de los casos, es cierto: los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Pareciera más difícil, aún, que el mismo amor, la amistad incondicional es realmente escasa y qué si es extraña.
He tenido esos “amigos” que he procurado demasiado, esos que cuando me hablaban deprimidos iba ipso facto a asistir, esos cuyo cumpleaños anticipaba meses antes, esos a quiénes quise considerar como parte de mi familia, esos a quiénes todo di; y que al final de cuentas, cuando más quise tenerlos cerca, no lo estuvieron.
Y luego miro una de mis manos y me pongo a pensar en mis amigos, mis verdaderos amigos…
Sí, pocos son y poco los veo… Pero por alguna extraña razón, son los únicos que llaman, los únicos que escriben, los únicos que festejan los buenos acontecimientos de mi vida, los únicos que siempre encuentran la forma de estar cerca, los únicos que se las arreglan para estar presentes en los momentos más importantes aunque sea en el corazón.
En realidad puedo decir que ellos nunca fallaron, mis amigos nunca fallan, ahí están.
Así que, para ustedes, mis amigos, que sé que leen el blog de esposita desde muy diversas partes del mundo, les mando todo mi cariño y les digo sobretodo hoy, que pienso en ustedes y que me siento muy afortunada de tenerlos en mi vida.
Esposita
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