Segundo Paso Hacia Boston: Hacerme a la Idea...

Han pasado muy pocos días desde que dejé mi trabajo y lo que pensé sería el comienzo de un período de relajación profunda está lejos de serlo, más bien se ha convertido en un tiempo en él cual tengo que hacerme a la idea. Así es, hacerme a la idea de que en Boston voy a tener que entrarle a las labores domésticas, oh sí,  y desempeñarlas lo mejor posible.

Cada noche antes de dormir planeo mi entrenamiento doméstico del día siguiente, supongo que no quiero quedarme pensando en la mortalidad del cangrejo al día siguiente y busco ocuparme con todas las fuerzas de mi ser... La primera de mis actividades no fue tan difícil de encontrar, y ésta es nada más y nada menos que: Ir al supermercado.

Así es espositas y espositos, ustedes se preguntarán qué tiene de extraordinario ir al super si es algo que todos de vez en cuando hacemos, debo decirles que cuando trabajaba iba al super con  McCookie los fines de semana, pero ahora que estoy desempleada tengo todo el tiempo y tranquilidad para realizar esta diligencia en las mañanas y he ahí dónde reside el factor extraordinario: hacer el super con las amas de casa.

Así que, ahí les voy con mis jeans rotos y mis lentes de sol, la decisión de dónde hacer el super no es complicación alguna, me dirijo sin hesitar al City Market  a unas cuadras de mi casa, que está lleno de anaqueles impecables, productos importados y sobre todo dónde tratan a uno como una reina, como debe ser  jajaja. ¡Caray! ¿Acaso hay algo más qué pensar al respecto? 

Desde que llego a este palacio del mandado, el poli de la entrada me ve y me hace llegar con urgencia mi carrito de super (simplemente perfecto), me subo a la banda eléctrica integrándome a la fila de amas de casa sonrientes, pongo mi carrito en neutral y espero a llegar al otro lado mientras leo mis correos en mi Blackberry, cuando menos lo espero llego al otro lado donde me espera una especie de mayordomo que me ayuda de nuevo con el carrito mientras me dice: "Señorita, buenos días, bienvenida a City Market"; y yo así de: "Wow, nada más le faltó decir que el día de hoy me veía espléndida jaja".

Oh sí, me encanta ir a ese lugar en las mañanas, hay probaditas de todo a mi disposición, entre ellas, croissants recién salidos del horno: ¡uff! 

Peino los pasillos pensando en los desayunos y las cenas a lado de McCoookie, echo al carrito pan árabe, queso monterrey, jugo orgánico, fruta, huevos de rancho, chocolates, masa para hacer crepas, queso mascarpone... Sky is the limit. 

Finalmente, antes de llegar a la caja, paso por un latte mediano a la barra de café y pienso "¿Quién demonios dijo que ir al supermercado era de flojera?" jaja. Una vez con el mandado en la cajuela, me trepo al coche y voy manejando de regreso a casa, feliz mientras escucho al icono radiofónico femenino Martha de Bayle,  hablando de temas que a toda mujer le interesan como Por qué los Hombres son Infieles o Cómo No Criar Hijos Tiranos jaja. El 90% de las veces me quedo en shock a mitad de sus comentarios pensando en si estará hablando enserio, o soy muy incrédula o de plano me falta mucho por aprender...¡Dios sabe!

Anyway, por fin llego a mi casa y me recibe Bo con un GRAN salto de felicidad que siempre me azota contra la puerta. Bo puede ser efusivo a veces...

De pronto recuerdo que en unas horas comienzan mis cursos de cocina básica a lado de Angelito, creo que hoy me va enseñar cómo hacer sopa de pasta. ¡Debo apurarme! 

Sopa de Fideos: ¡ Allá voy!!!!!!!!

El Palacio del Mandado jeje